La decisión alemana sobre la energía nuclear: ¿Frivolidad política o movimiento estratégico?

LA FIRMA INVITADA
Dpto. Comunicación SECOT

Los interesados en la energía de producción nuclear, habrán seguido con mucha probabilidad la cadena de actuaciones que a día de hoy han concluido con las decisiones de Alemania, Suiza e Italia %u2013en el momento de redactar esta nota- de suprimir totalmente su producción de energía nuclear en alguna fecha fija y no lejana. Probablemente más de uno haya pensado que el motivo para ello, no ha sido otro que la pérdida del gobierno en la región de Baden-Würtenberg por parte de la Coalición negra-amarilla que gobierna Alemania con la Sra. Merkel a la cabeza. En mi opinión, no les falta razón. Pero habida cuenta los procesos que se han desarrollado en Alemania desde el 12 de marzo, fecha del conocido Tsunami en Fukushima, cabe pensar que no es aquella la única ni la principal razón que ha obrado en la mente de Frau Merkel.
A pesar del relativamente corto espacio de tiempo transcurrido, la actividad desarrollada por el gobierno alemán no ha sido ni exclusivamente política ni desinformada. Efectivamente: todos los consejos asesores, que en el país de Goethe están formados por miembros más "técnicos" que dependientes del gobierno de turno, que en el país de Cervantes, han tenido ocasión de dar sus puntos de vista: Económico, técnico y legal. Ambas cámaras el Busedestag y el Bundesrat, han sido convocados. Todos los tribunales constitucionales de los 16 Länder han sido consultados para la puesta en marcha de un referéndum nacional que pretende incorporar a la opinión pública a este debate a través de una consulta que constará de 7 preguntas muy claras. Como ejemplo aquí va una de ellas: ¿Acepta el cierre de todas la centrales nucleares alemanas sabiendo que en momentos de amplia demanda haya que comprar energía producida en países vecinos, cuya producción es de origen nuclear?
Pero también se ha puesto de manifiesto que la producción de energía nuclear será cada vez más cara, mientras que la de energías renovables seguirá el camino contrario. Sabemos que el sol, es la fuente última de toda energía. Por tanto cuanto más próxima al sol sea una tecnología de generación energética, más eficiente, fiable, segura y barata será.
Si lo anterior es cierto, Alemania dispone de 11 años para desarrollar las actuales y otras nuevas formas de energía de origen directo solar. Lleva ya más de 40 años haciéndolo por ejemplo en Almería. ¿Conseguirá resultados? Si así fuera, su decisión aparentemente motivada por razones políticas cortoplacistas, habría resultado un movimiento de alcance estratégico como lo fue el desarrollo de software en USA.